El sentir fulgurante
en el cristal de tu mirar
abrigó en secreto la gelidez astral
y al nido de solitarias primaveras
versaba amorfos silencios,
por el sortilegio de mi triste desencanto
que azorado en soledad
negaba a su Lira Libertad.
negaba a su Lira Libertad.
Eras rocío escarchado en mi faz
- manso viento -
- manso viento -
terrones de miel - abetos perpetuos-
que el rubor de mi pasión
inventó huracanado con locura
al rito de nuestras almas desnudas
con el beso puro de la entrega desmedida
como alfa y omega
sin final.
como alfa y omega
sin final.
Entrelazaba cada hebra en la seda de tu tez
con yema de pulgares y labios de flama
dormitando en los recodos de tu espalda
en su alborada
desde el centro de tu pecho
hasta el surco eterno de tu alma
desde el centro de tu pecho
hasta el surco eterno de tu alma
donde el trinar de tu centro
solfeaba melodioso el existir
uncido a esa voz perfumada
que volaba de tus entrañas
que volaba de tus entrañas
hacia la inmensidad soberana de mi afecto.
Hoy me abraza el destierro
mazmorra insondable y solitaria
avieso desierto
donde la frase sin tí
enhebra mis sentidos
avieso desierto
donde la frase sin tí
enhebra mis sentidos
donde busco aquel milagro
como horas de esa tarde
donde germinaron las simientes y sus frutos
descarnádose impacientes por vivir.
Dulce amor
luna mía
soy el campo donde florece
el eco blando de tus caricias.
Vuelve
transmutada en borrasca
suave y vespertina
entre umbra matinal
envuelta en hálito de brisa
y la melodía hermosa de tu risa.
descarnádose impacientes por vivir.
Dulce amor
luna mía
soy el campo donde florece
el eco blando de tus caricias.
Vuelve
transmutada en borrasca
suave y vespertina
entre umbra matinal
envuelta en hálito de brisa
y la melodía hermosa de tu risa.