viernes, 30 de abril de 2010

PERLA


PERLA

Bajo el canto de aves y trigales
te esperé un Domingo de abril
mas recordé cruzaste otra vereda
y quedé con un estigma solo y mudo
como quien abre su mirada esclava
ante sombras frías y calladas.
Remembré tardes, noches, ensueños
enloquecidos por la flama
eras una perla nacarada
danzando en el mar de un amor
aquel sólo mío sin parapetos
desnudo, sincero y puro
pues al hombre qué le vale
tener el título y la honra
de mortales tan mortales
como hipócritas sin sombra.
Te ví en impertérrita marea
mas pude susurrarte aún
cantos en tu alma y corazón.
Y hoy como un ciego navego
sobre un lago muerto
de eternas soledades
en el cual ya no te veo
en el cual ya no te siento.


miércoles, 21 de abril de 2010

¿Cómo pudo sucederme a mí?



Abril que enajenas los sentidos

de ti germina poesía abrasadora

en fúnebres frondas ahogando mis latidos

y misterios cautivos en la caja de Pandora


Eres mar de eternas soledades

bruma de silencios eternos en tu eco

otoño de hojas rotas zigzagueantes

arena muerta al extraviarse el viento


Hoy versando mi existir

vienes sin clamarte ni nombrarte

rondando trémulo mi lecho al morir

mas nos abrigaremos en el viaje


No me envíes un hada fugaz

que me arrope en abrazos pasajeros

prodígame sólo un sorbo de amor inmortal

coronado de tulipanes negros sempiternos


Tu candor dista de esta gelidez

ya no quiero esperar tu último domingo

sólo el céfiro diáfano librado de altivez

con abetos otoñales solfeando conmigo


Deseo el manso sonrojo

descansado al sentir de mis canciones

 un alba nuevo abril envuelta en manojo

con tu rocío escarchado de dulces sensaciones


Y buscaré una oda en la desdicha

para encontrar mi corazón febril

pues como el trovador inquiero sin prisa

¿Quién me ha robado el mes de abril?

viernes, 16 de abril de 2010

LA ETÉREA DISOLUCIÓN DE THE BEATLES



El Sábado 10 de abril se conmemoraron 40 años de la disolución de la mejor banda de Rock de todos los tiempos: “The Beatles”. Muchos factores incidieron para que este hecho se desencadene, desde el hartazgo inconmensurable por el modus vivendi  complicado de artistas y que incluso le costara la vida a Lennon, hasta rencillas empresariales o convivenciales, como la presencia de Yoko en los ensayos y su personalidad dominante que influenció sobre John y el grupo. No abordaré más detalles;  sobre ello pueden encontrar millones de links incluso de procedencia Talibán; esto ultimo es una broma, siendo posible que por ahí algún fundamentalista cante “All you need is love” abrazando paradójicamente su fusil Kaláshnikov.

Tengo algunos post sobre esta banda universal y he referido siempre que su disolución fue necesaria. Para mí, los "four fab" serán por siempre aquellos jóvenes británicos alegres e irreverentes que cautivaron al mundo con su talento musical, ellos nos pertenecen; sin embargo, no los imagino a la fecha brincando en un escenario ante miles de personas,  aún considerando a Lennon como un buen frontman. Tal privilegio a la fecha sólo lo tiene el gran Mick Jagger, quien a sus 67 años se devanea envidiablemente en el escenario como un sensual demonio en medio del éxtasis musical de los conciertos de los Rolling Stone.

Sir Paul Mc Cartney está cerrando su enorme carrera con su última gira, aún canta melodiosamente considerando su edad, siendo obvio ya no ser aquel muchacho que sometía con su voz a la fanaticada con un dulce “Yesterday” o el tremendo bombazo metalero de “Helter Skelter”; George partió a tocar su cítara indú en algún lugar con el Buda; el gran Ringo simplemente no podría acompañar mejor con su batería a otros que no sean los tres mencionados. Como escribí en algún momento: “La beatlemanía irrumpió como la espuma de una botella de champagne sobrecargado de ilusiones que embriagó dulcemente a la juventud” hecho sin precedentes en la historia de nuestra sociedad.



The Beatles fueron uno de esos fenómenos que suceden una sola vez en la vida, una hermosa estela musical que prodigó esperanza en un mundo atiborrado de belicismo durante la Cortina de Hierro y que sangraba hambriento de amor luego de la II Guerra Mundial;  por ello el buen George dijo: “Los fans pusieron los gritos y los Beatles se comieron los nervios” refiriéndose a su permanente tensión emocional y personal (largas giras, maniáticos amenazando sus vidas, alocadas fans acosándolos, actores sociales que los consideraban una amenaza a la civilidad). Ellos tuvieron una gran responsabilidad sobre la juventud de la época, por eso Lennon cierta vez le dijo a un seguidor suyo, que merodeaba por su casa en Ascot,  que no hiciere de las canciones su vida, le hizo pasar invitándole a desayunar en la misma mesa, dado que era conciente que, en la época, por ejemplo, el abominable Charles Manson usó una canción Lennon-McCartney para anunciar el Apocalipsis y consumar sus horrendos crímenes.

Imagínense la preocupación que tuvieron cuando por vez primera vieron al Estadio Shea reventando de gente gritando poseídos por un sonido nuevo; fue el inicio de lo que hoy conocemos como el “Rock de Estadio”, inmanejable y anormal a inicios del 60 y por hoy algo absolutamente habitual y majestuoso: Los Beatles escribieron la historia del Rock. En 1966 decidieron dejar las giras y conciertos para concentrarse en hacer sólo música y de la buena, fue una gran decisión. Hace unos días escuchaba la canción “Tomorrow Never Knows” de 1966, inspirada en una frase de Ringo y hecha con la más alta tecnología de la época; confieso que al oírla en casa de un amigo en 1986, mi cerebro no estaba preparado para ello, me abrumó con tanto sonido aparentemente dispar, pues el Rock de los 80 me sonaba a una canción de cuna frente a la tremenda combinación de bucles y collages de esa canción; este track increíblemente posee un solo acorde en nota Do, lograron su propósito; hacer que cien monjes canten en la cima del Himalaya, pues fue el pedido que se hizo al productor musical George Martin cuando se tuvo la base de track.

En los 90, en mi época revoltosa universitaria, al escuchar a Oasis, Nirvana, R.E.M, Radiohead y otros grupos alternativos grunges, preparé a mi oído y pude al fin –nadie es perfecto- valorar la riqueza y vigencia de aquella canción experimental, que supera en acústica y creatividad a cualquiera compuesta por los alternativos del sonido redescubierto en Seattle y no creo ofenderlos, ya que casi todos ellos tienen un común denominador: Son compulsivos beatlemaníacos, incluyendo al desaparecido Kurt Cobain.

En lo que a mí respecta adolezco de una gran locura: Creerme el quinto beatle. Al menos, es un cuadro clínico menos complicado que el de Charles Manson, pero finalmente es una enfermedad que padezco y disfruto, es más pienso no curarme jamás, enorgulleciéndome asertivamente de haber contagiado a muchos.

Hay esencias perdurables en la eternidad y Los Beatles son una de ellas, no se disolverán jamás, la magia continúa; discrepo en parte con mi querido John cuando declaró ante la separación lo siguiente: “Fuimos los mejores de los años sesenta. Pero el mundo ya no es el de los años sesenta. El mundo ha cambiado. Lo mejor es seguir alimentando tus propios sueños. Así, cualquier cosa es posible. Lo desconocido es sólo eso: lo desconocido. Y sentir miedo de él es lo que lleva a la gente a aferrarse a ilusiones.”

No me generan nostalgia sus canciones, sino esperanza, presente y futuro,  así como una intensa sensación de Libertad; no fueron una ilusión, aún los escucho, aún sueño con cada tema, simplemente viven en cada hermoso arreglo y canción.

There´s nothing you can do that can´t be done

Nothing you can sing that can´t be sung

Nothing you can say but you can learn how to play the game

It´s easy

LA VERSION DE ALL YOU NEED IS LOVE POR THE BEATLES Y EL FINAL DE LA HERMOSA PELICULA ACROSS THE UNIVERSE











miércoles, 7 de abril de 2010

ESTRO

ESTRO

Es un abrazo inconmensurable, un abeto acariciante aún en la más dominante soledad, un beso eterno que redime el alma, aquella dama cautivadora y danzante en excelso cielo, flama inmortalizada en versos, canciones y anónimas palabras secuestradas por nuestra memoria, mencionadas en hermosos atardeceres primaverales y a veces, aunque duela, el indeseado estigma sangrante reposando en el epitelio del corazón. Es la poesía, ese halito sacro del cual se cubre la humanidad del poeta y que solamente sabe a amor en sus diversas maneras, solamente amor, aunque no se conozca, aunque exista una inmensa interrogante en el epitafio de la tumba de ese gran y único sentir, triste y feliz, fugaz e inmortal.

Vuelve a mí este abril, enclaustrándome en el orco silencio abismal, celda en la que el sonido de mis tempestades interiores retumban calamitosamente, convirtiéndome en ave surcando cielos parnasianos al llorar el firmamento, ave que disfraza sus lágrimas con lluvia. Te abrazaré una vez más con tus espinas y pómulos de rosa, me embriagaré de tu esencia misteriosa y nocturna, a contraluz como luna a través del universo, cubriré con esperanza el sangrado de mi corazón en cada verso que pueda concebir y volaré siendo estrella aún con el peso ineludible de la muerte al renacer.


LA PRINCESA Y EL SOLDADO